LEY DE MEMORIA HISTÓRICA
En cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Gobierno de Zapatero (Ley 52/2007 de 26 de Diciembre), Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos aprobaron el pasado mes de Abril de 2017 el cambio de nombre a 52 calles madrileñas.
El PP se abstuvo en la votación, alegando que ninguna de las 18 denominaciones propuestas por el Partido Popular había sido aceptada. El PP pretendía recordar a una serie de personas y colectivos como: La fiscal Carmen Tagle, asesinada por ETA, al general republicano Vicente Rojo, Torcuato Fernández Miranda o los Abogados de Atocha.
Ciudadanos, a pesar de votar a favor, se ha quejado de que de sus 23 alegaciones al cambio de nombre de las calles, 7 no han obtenido respuesta y las otras 16 se han rechazado.
En la actualidad Julio del 2017, el Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, ha paralizado momentáneamente la sustitución de 52 placas en calles con referencias franquistas, tras recibir seis recursos contencioso-administrativos contra el plan.
La mayoría de los paseantes por las calles de Madrid, desconocen el origen del nombre de las calles, a casi todos nos suenan los nombres de las calles, pero pocos conocen quien se esconde detrás de determinados nombres.
Aprovechando la Ley de Memoria Histórica, realizaremos un pequeño recorrido por algunas de las 52 calles que en breve cambiaran de nombre, conoceremos la historia de las calles, su evolución y trataremos de descubrir el personaje o personajes que dan nombre a la calle en la actualidad y por supuesto intentaremos aclarar quién está detrás del nuevo nombre.
Hoy visitaremos la Plaza de Fernández Ladreda más conocida por Plaza Eliptica y situada en el Distrito de Carabanchel. El
distrito, se encuentra situado al Sur de Madrid en la
confluencia con el barrio de Usera. Al parecer, el origen del nombre es una
derivación “carab” nombre con el que se llamaba al propietario de tierras de
cultivo, especialmente el garbanzo.
La primera vez que aparece Carabanchel en
los escritos data del año 1181, donde se menciona la venta de la Villa de
Carabanchel por parte de sus propietarios Pedro Manrique de Lara y su hermana
María por el precio de 100 maravedíes.
El pergamino original se encuentra depositado en el archivo de la catedral de
Toledo.
El
actual distrito, está formado los antiguos municipios de Carabanchel Alto y Carabanchel
Bajo, ambos municipios fueron
anexionados a Madrid en 1948 y convertidos en un único distrito denominado
Carabanchel. Gran parte del término municipal fue propiedad de Eugenia de
Montijo, que posteriormente donó los terrenos a órdenes eclesiásticas para que se
dedicaran a centros de educación. Posteriormente la mayoría de terrenos fueron urbanizados.
Plaza de Fernández Ladreda en la actualidad, a la izquierda colegio de San Viator |
El
terreno donde se encuentra situada la Plaza, pertenecía al municipio de Carabanchel Bajo,
en el año 1948 pasó a depender administrativamente de Madrid. Por la Plaza,
discurría el camino y posteriormente carretera de Madrid a Toledo, que daba
comienzo en el puente de Toledo. El
tramo comprendido entre el puente de Toledo y Carabanchel Bajo, en el año 1928 fue bautizado con el nombre de
calle de Antonio Leyva.
La
Plaza Elíptica fue creada como tal en la década de 1950 a partir del Plan General de
Ordenación de Madrid más conocido como Plan Bigador del año 1946 que preveía la prolongación del paseo de Santa
María de la Cabeza hasta su cruce con la carretera de Toledo a través de un
nuevo puente que se construiría sobre el Manzanares y denominado puente de
Praga, dicho puente fue inaugurado en el año 1952 y desde entonces se
convertiría en el puente de entrada a Madrid desde la carretera de Toledo. La
plaza Elíptica cambiaría de nombre en el año 1954, año de la muerte del
Ministro de Obras Públicas José María Fernández Ladreda.
Puente de Toledo, comienzo de la antigua carretera de Toledo |
La
Plaza ha sufrido diversas transformaciones a lo largo de su historia,
destacando la llegada de la Línea 6 de Metro
en el año 1981. En 1986 para
solucionar los atascos que se generaban en la zona, se construyó un paso
subterráneo bajo la Plaza para enlazar directamente la carretera de Toledo con
el Paseo de Santa María de la Cabeza.
En
el año 1998 se abrió la nueva línea 11 de Metro, que unía Plaza Elíptica con
Pan Bendito. Entre 2004 y 2007 se construyó un intercambiador subterráneo que
sirve de cabecera para múltiples líneas interurbanas de los pueblos de la zona
Sur de Madrid.
En
la Plaza de Fernández Ladreda confluyen importantes calles como: Marcelo Usera,
Avenida de Oporto, Vía Lusitana, Paseo de Santa María de la Cabeza y calle de
Antonio Leiva.
En
este punto de nuestro recorrido por la Plaza Elíptica, creemos interesante
conocer un poco la vida de los personajes que han dado nombre a algunas de las calles del barrio.
Marcelo Usera y Sánchez, hijo de Gabriel Usera
Jiménez, nació en Madrid en el año 1874. La familia se trasladó a Málaga, instalándose en La Caleta barrio costero
de Málaga perteneciente a la Malagueta. En
La Caleta, transcurrió la infancia del pequeño Marcelo.
El
padre, Gabriel Usera que era Inspector de Ingenieros de Minas fue destinado a
Cuba que en esta época seguía perteneciendo a España. En el año 1890 después de
desarrollar una gran labor en la isla caribeña, fue ascendido a Inspector General
del Cuerpo de Ingenieros, por cuyo motivo tuvo que regresar a España, falleciendo a bordo del barco que lo trasladaba.
Marcelo
realizó sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras. Con apenas diecinueve años, había terminado
las carreras de Filosofía y Letras y Derecho. Marcelo cumplió el Servicio
Militar en la Brigada Obrera y Topográfica.
Fotografía de Marcelo Usera |
Posteriormente,
ingresó en el Colegio Preparatorio Militar de Trujillo y a continuación ingresó
en la Academia de Intervención Militar
de Ávila, consiguiendo el grado de alférez en 1902. En el año 1904 se casa con
Carmen del Río Fernández y un año después asciende a teniente.
La
esposa de Marcelo Usera, había heredado tierras de labor en Madrid y en los
pueblos de Carabanchel y Villaverde, Marcelo Usera, como gran emprendedor
desarrollo actividades en el campo
de la agricultura extensiva y de la ganadería.
En 1912, se celebró la Exposición Agrícola Ganadera en el Real Sitio de la Florida, participando
Marcelo con una yegua de su propiedad, naciendo un potrillo durante los días de
la feria. Esta anécdota fue conocida por Alfonso XIII, que mando llamar a
Marcelo para saludarlo. En la recepción, además de como agricultor y ganadero,
Marcelo Usera fue presentado como licenciado en Derecho. Marcelo puntualizó que
todavía no había obtenido el título por los gastos que conllevaba. El propio Rey
corrió con los gastos de la titulación y años después ordenó que se publicase
una obra escrita por Marcelo Usera con el título de: “Suministro de los Ejércitos en
Operaciones”.
Panificadora año 1930 en la confluencia de Marcelo Usera con Nicolás Sánchez |
Como la rentabilidad de las tierras era escasa, Marcelo
toma la decisión de urbanizar sus
tierras para crear un gran barrio en las afueras de Madrid. El primer paso fue concentrar todas las tierras de su mujer en una misma zona, siendo
necesario permutar terrenos con otros
propietarios. Es así como consigue los actuales terrenos que conforman el
actual barrio de Usera, dando comienzo a la construcción de las viviendas al
comienzo de la década de los años veinte.
Al contrario que el Marqués de Salamanca que construyo un
barrio para personas acomodadas, Marcelo Usera a la hora de levantar las
viviendas lo hizo pensando en personas de bajo poder adquisitivo.
El nuevo barrio se llamó “La Legión” en reconocimiento de
Marcelo Usera al fundador de la Legión, Millan Astray. Las Ordenanzas
Municipales de la época, permitían que los vecinos nombrasen a las calles del
barrio, de esta forma algunas calles tomaron el nombre de personajes allegados
a La Legión como el Teniente Compairet o con los nombres de los miembros de la
familia Usera y trabajadores de la Compañía
Inmobiliaria.
Construcción del Colegio San Viator en la Plaza de Férnandez Ladreda año 1961 |
Amparo Usera, Isabelita Usera, Gabriel Usera, Mariano
Usera, Nicolás Usera, Luis Usera, Marina Usera, Gabriel Usera y Antonia Usera
son nombres de algunas calles del Distrito, sin olvidar a la calle que lleva el
nombre del fundador “Marcelo Usera”.
Mucho ha cambiado la fisonomía del barrio desde su
fundación en los años veinte. A principios de este Siglo, Usera se ha
convertido en el barrio chino por excelencia, se calcula que cerca de 11.000
ciudadanos chinos residen en el Distrito, formando una comunidad con su propio
idioma, costumbres, tradiciones y negocios.
En
el año 1924, Marcelo Usera se retira del ejército con el grado de Teniente
Coronel y estando en posesión de la Placa y Cruz de San Hermenegildo.
Al
fallecimiento de su mujer Carmen, se casó con Anita Vindel y Ochoa, no llegando a tener
descendencia con ninguna de sus esposas.
El
Colegio Público Marcelo Usera inaugurado
el 14 de abril de 1933, fue una donación realizada por el propio Marcelo Usera,
se encuentra en la calle Perales de Tajuña número 1.
Marcelo
Usera falleció en Madrid el 28 de Enero de 1955 a la edad de ochenta años.
Antonio
de Leyva, hijo de Juan Martínez de Leiva y de Constanza Hurtado de Mendoza, ambos
de procedencia Navarra, nació en el pueblo riojano de Leiva en 1480, otras
fuentes indican que nació en un pequeño pueblecito de Navarra. En lo que sí
coinciden las distintas fuentes es en el nombre de su progenitor Juan Martínez
de Leiva, que a principios del siglo XV había construido un castillo en la
villa de Leiva, situado en la provincia de Logroño y muy próxima a Santo Domingo de la Calzada y Haro.
Desde joven, se inclinó por la carrera militar y en 1502, tomó parte en la contienda de las Alpujarras, luchando contra los últimos combatientes mudéjares en el reconquistado Reino de Granada.
Desde joven, se inclinó por la carrera militar y en 1502, tomó parte en la contienda de las Alpujarras, luchando contra los últimos combatientes mudéjares en el reconquistado Reino de Granada.
Un
año después, se embarcó en Cartagena al mando de Luis Portocarrero con destino
a Calabria en el sur de Italia en apoyo del Gran Capitán Gonzalo Fernández de
Córdoba, que se encontraba luchando contra los franceses en la guerra de Nápoles.
Continuó
luchando contra los franceses en Seminara y más tarde estuvo en Milán y en la
campaña de la Provenza en el año 1524.
Fue
nombrado gobernador de la ciudad de Pavía, resistiendo el asedio de los
ejércitos franceses de Francisco I entre octubre de 1524 y febrero de 1525.
Pavía,
escenario de la célebre batalla, se
encuentra situada en el suroeste de la Lombardía, a 35 km al sur de Milán.
Por
la defensa de Pavía, se le concedió el gobierno del milanesado y el título de
príncipe de Ascoli.
En
el año 1525 sucedió a Fernando de Ávalos, marqués de Pescara, como general de
los ejércitos imperiales en el ducado de Milán. En el año 1535 a la muerte del
último duque de Milán, Francisco II Sforza, el emperador Carlos I en
reconocimiento de sus méritos en la defensa de Pavía, designó a Antonio Leyva
como gobernador de Milán.
Romería de San Isidro junto al Puente de Toledo año 1906 |
En
1536, acompañó al emperador durante sus campañas de África contra los turcos.
Este mismo año, se reanudan las hostilidades entre Francisco I y Carlos I. Antonio
de Leiva se encontraba la mando de las tropas imperiales en Italia, y puso
sitio a la plaza de Tossano con 15.000 soldados alemanes, españoles e italianos,
rindiéndola tras un mes de cerco. Después
de esta victoria y con el fin de acabar con el ejército francés, Leiva aconsejo al Emperador Carlos I que marchase con las tropas hasta la corte de Francisco
I en Paris. En aquella expedición Leiva murió a los 56 años en la localidad de
Aix como consecuencia de la gota que padecía desde hacía varios años. El
fallecimiento de Antonio de Leiva fue un duro golpe para el propio Carlos I,
que le obligó a suspender la campaña
militar procediendo a retirar las tropas
de suelo francés en octubre de 1536.
Antonio de Leiva fue enterrado en
la iglesia de San Dionigi, en Vigevano
provincia de Pavía.
Por último realizaremos un breve recorrido por la vida del personaje que dio nombre a la Plaza.
José María Fernández-Ladreda y Menéndez-Valdés nació en Oviedo el 14 de Marzo de 1885, falleciendo en Siero en 1954.
Hijo de José Fernández Ladreda Miranda, coronel de Artillería y de Clara
Menéndez Valdés y Estrada, estudió bachillerato en Oviedo y en 1903 ingresa siguiendo los pasos de su
padre en la Academia de Artillería de Segovia, de la que se graduó en 1908,
con el grado de teniente.
Después de diversos destinos acabó en Melilla escenario del conflicto
militar con las cabilas rifeñas.
En 1910 fue nombrado profesor ayudante de la Academia de Artillería.
Participaría en la redacción de varios manuales, que se convirtieron en libros
de texto de la Academia.
En 1919 fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, para viajar a Estados Unidos y ampliar sus estudios en la sección metalúrgica del National Bureau of Standards y
en las universidades de Columbia y Nueva
York. A la vuelta de Estados Unidos, solicitó la excedencia en el Ejército,
completando su formación en Francia y Alemania, licenciándose en Ciencias Químicas en 1924 por la Universidad
de Oviedo.
Ese mismo año, contrajo matrimonio
con Carmen García San Miguel y Uría, hija de los marqueses de Teverga. En
noviembre de 1924 con Primo de Rivera en el poder, fue nombrado alcalde de
Oviedo presentando su dimisión en Septiembre de 1926.
En el año 1927 reingresó en el Ejército, con el grado de Comandante,
siguiendo con la redacción de varios trabajos sobre química, electroanálisis y
metalurgia. En el año 1928 obtuvo el doctorado en Ciencias Químicas y publicó “Las propiedades físicas de los latones”.
Con la proclamación de la Segunda República se encontró nuevamente en situación de excedencia militar. Fuera del ejército se dedicó a la política participando activamente en la organización asturiana de Acción Popular, que posteriormente sería el núcleo de la CEDA, partido por el que fue elegido diputado por Oviedo en las elecciones de 1933 y 1936.
Con la proclamación de la Segunda República se encontró nuevamente en situación de excedencia militar. Fuera del ejército se dedicó a la política participando activamente en la organización asturiana de Acción Popular, que posteriormente sería el núcleo de la CEDA, partido por el que fue elegido diputado por Oviedo en las elecciones de 1933 y 1936.
Año 1965, tranvía cruzando el Puente de Toledo destino Carabanchel |
Fernández-Ladreda con otros políticos asturianos de la CEDA mantuvieron su
compromiso para que en España se volviese a instaurar la monarquía. En el año 1934,
se puso al frente de la dirección de El Carbayón diario de ideología
conservadora.
Cuando se produjo el alzamiento militar de 1936, Fernández-Ladreda se
encontraba en Oviedo, posición controlada
por el ejército sublevado al mando del general Aranda. Se incorporó a las
tropas de Aranda, cuando la ciudad fue sitiada por las tropas y milicias
republicanas que intentaban acabar con la sublevación. En el transcurso de la
Guerra Civil, ocupó diversos cargos como: Director de la Fábrica de armas de A
Coruña, Jefe de Fabricación de Asturias, impulsando la producción de las minas
de carbón, también fue miembro de la
Comisión Militar de Incorporación y Movilización Industrial de Asturias.
En 1937 fue ascendido a teniente coronel y en 1939 alcanzando el grado de
coronel. En Octubre de 1939, fue nombrado jefe de la Sección de Armamento y
Material de la Dirección General de Industrias del Ministerio del Ejército y en
1940, fue nombrado director de la fábrica de armas de La Vega en Oviedo.
En 1943 es ascendido a general de Brigada del Cuerpo de Ingenieros de
Armamento y Construcción del Ejército, también ejerció como
Inspector de Ingenieros y director de la Escuela Politécnica del Ejército.
Este mismo año, fue nombrado Procurador en Cortes, por el Jefe del Estado y
en Julio de 1945, es nombrado Ministro de Obras Públicas hasta Julio de 1951.
Poco tiempo después fue nombrado vicepresidente primero de las Cortes y en 1952
es nombrado director general de Material y Armamento del Ministerio del
Ejército y vocal del Patronato Juan de la Cierva perteneciente al CSIC.
Fue nombrado hijo predilecto de
Asturias, hijo adoptivo de localidades
como: Gijón, Vegadeo, Salas, Segovia, Candás, Logroño o el Grado. Asimismo,
diversas ciudades pusieron su nombre a calles y plazas. Finalizada la dictadura
y al amparo de la Ley de Memoria Histórica, su nombre ha ido desapareciendo de
calles y plazas
En Madrid, la Plaza
de Fernández-Ladreda recuperará su antiguo nombre de Plaza Elíptica como se ha estado
denominando hasta nuestros días.