martes, 9 de abril de 2013

EDIFICACIONES DESAPARECIDAS (PALACIO DE XIFRÉ)



En esta nueva entrada queremos recordar algunos de los edificios más emblemáticos de nuestro Madrid y que por desgracia fueron objeto de deseo de la temida piqueta.
En el Siglo XIX existía en Madrid el denominado "barrio de los banqueros" situado en la zona comprendida por los paseos del Prado y Recoletos, Plaza de la Cibeles y las calles adyacentes. Era en esta parte de la ciudad donde fijaron su residencia las familias más pudientes.
Comenzamos nuestro recorrido por el Palacio de Xifré, que estuvo situado en el Paseo del Prado haciendo esquina con la calle Lope de Vega.
Palacio de Xifré aproximadamente año 1890

El Palacio, una pequeña imitación de la Alhambra de Granada, fue mandado construir por el empresario  José Xifré Downing entre los años 1862 y 1865.
José Xifré Downing era heredero de una de las mayores fortunas del siglo XIX, conseguida por el  padre José Xifré Casas gracias a sus múltiples negocios en Cuba, Estados Unidos y Europa. José Xifré hijo, vivía grandes temporadas en París, donde conoció al arquitecto francés Emile Boeswillwald que le diseño un hermoso Palacio y que fue construido por José Contreras  que por entonces era el restaurador  de la Alhambra.
Fachada principal del Palacio

José Contreras, fue un pionero de la arquitectura neo árabe y antes de iniciar la construcción del Palacio, fue becado durante seis meses por Xifré para que estudiase la incorporación de los decorados de la Alhambra en su futuro Palacio.
El desaparecido Palacio Xifré, era uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neomudéjar madrileña. Posiblemente en su tiempo fue uno de los edificios más suntuosos de Madrid. Desde la verja exterior, pasando por las fachadas y todo el interior, imitaban de una forma casi perfecta la época dorada de la arquitectura árabe.
Circulación rodada en las inmediaciones del Palacio en el Siglo XIX

Xifré, invirtió una gran fortuna en el  acondicionamiento del Palacio, costeando a un grupo especialistas franceses para que realizasen una expedición a Oriente Medio con el fin de reunir antigüedades árabes, como tapices, muebles y todo tipo de decoración.
El Palacio tiene una curiosa anécdota, Antonio Aguilar y Correa, Marqués de la Vega de Armijo, que fue político y presidente del gobierno de España entre 1906-1907, felicitó a José Xifré por la construcción del Palacio con las siguientes palabras: “Ha tenido usted una idea original, le ha quedado precioso su Palacio chino”. Nos podemos imaginar la cara que pondría Xifré después de haberse gastado una fortuna en imitar a la Alhambra.
Vista general del Palacio

A la muerte de José Xifré Downing, su hijo José Xifré Hamel, hereda el Palacio. Este hombre de grandes inquietudes culturales y espirituales, fue uno de los primeros españoles en aproximarse a las ideas de la llamada Sociedad Teosófica. Se trata de un movimiento filosófico-religioso esotérico, el cual afirma tener una inspiración especial de lo divino por medio del desarrollo espiritual. El círculo teosófico que existía en Madrid se reunía de forma habitual en el Palacio Xifré.
Interior del Palacio

Tanta dedicación a la espiritualidad, llevó a José Xifré Hamel a  dilapidar parte de la inmensa fortuna recibida. Durante veinte años, publicó la revista 'Sophia'  además de publicar gran número  de ediciones y traducciones de  textos teosóficos. Esta situación, desencadenó en la venta del Palacio en el año 1914. El Palacio se convirtió  en la Delegación de Méjico siendo  propietario del edificio, el embajador Manuel de Iturbe.
Después de unos años de abandono, el edificio es adquirido por el duque del Infantado para su propia residencia. El Ducado del Infantado es un título nobiliario concedido por los Reyes Católicos el 22 de julio de 1475 a Diego Hurtado de Mendoza, II Marqués de Santillana. En 1520 se le concedió la Grandeza de España de primera clase.
Patio interior

En el año 1949, el Palacio es adquirido por una Inmobiliaria que lo derribo un año después para la construcción del edificio de la Delegación Nacional de Sindicatos actualmente Ministerio de Sanidad y Consumo.
Interior del Palacio


Parte de los restos del Palacio se conservan en la actualidad como: La fachada que fue  adquirida por Arturo Ruiz Piña, para incorporarla a  un hotel en el pueblo de Losa de Riofrío en la provincia de Segovia. La grandiosa y bella escalera del Palacio fue a parar al pueblo de Chiloeches en la provincia de Guadalajara. La embajada de Francia adquirió los pisos de madera que como podemos imaginar eran de una extraordinaria calidad. Los marqueses de Deleitosa compraron  aleros, artesanados  y  para instalarlas en su finca de Salamanca. El patio central, con sus columnas de mármol, fue adquirido por José Soto Huerta, para montarlo en una finca de su propiedad en la antigua autopista de Barajas. La Dirección General de Arquitectura compró una serie de ventanales para depositarlos en la Escuela de Arquitectura, pero fueron literalmente expoliados  a excepción de las piezas voluminosas que con el paso de los años, se encuentran muy deterioradas.



Observando la belleza del Palacio a través de las fotografías, nos preguntamos: ¿Cómo es posible que nadie impidiese el derribo de tan emblemático edificio?




Con el derribo del palacio de Xifré, el Ministerio de Trabajo, convoca un concurso público para levantar la Casa Sindical. El concurso fue adjudicado a Francisco de Asís Cabrero Torres-Quevedo, por cierto, nieto de Leonardo Torres-Quevedo el gran inventor. Durante la fase de ejecución de las obras, Francisco de Asís en colaboración con el arquitecto Rafael Aburto, modificaron algunos elementos de la edificación primitiva. 
Rafael Aburto fue el arquitecto que construyó el edificio del Diario Pueblo contiguo a la Casa Sindical o el nuevo Estadio de Chamartin en 1944.
En el año 1978 el edificio de los Sindicatos, pasó a albergar el Ministerio de Sanidad y Consumo.



11 comentarios:

  1. Llego a tu blog buscando info sobre el Palacio Xifré (yo acabo de colgar una entrada sobre La Casa Sindical de Cabrero y Aburto) y me ha gustado lo que haces. Estaré atento a tus publicaciones ...

    xG

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  2. Me encantó la Historia, aunque no me parece bien que lo demolieran para hacer un bloque espantoso.

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  3. Que pena, la de burradas que se han cometido en nombre del progreso

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  4. Creo recordar que por los años 50 del siglo XX llamábamos al horrendo edificio ''caja de cerillas''. A ningún madrileño (o casi) le gustó.

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  5. http://www.rtve.es/alacarta/videos/comando-actualidad/comando-actualidad-otra-pasta-antonio/3527012/

    Parte del Palacio Xifré está en una finca de Segovia, su dueño si tuviera un mínimo de pudor y conciencia lo devolvería a sus verdaderso propietarios, los madrileños y en el Prado, donde debe estar y donde jamás debió salir. Recuperemos este palacio!!!!!

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    1. Esos señores compraron parte de un palacio que iba a ser demolido. De no ser así, no existiría ni en Segovia ni en ningún lado, formaría parte de una escombrera.

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    2. Hola Carlos, estoy completamente de acuerdo contigo. ME pregunto, por qué no iniciar una petición de firmas para reconstruir este palacio. La accion colectiva y la presión ciudadana son el motor de todo cambio social. Creo en la ideas y en la movilización de la gente. Me encnantaría poder conversar contigo sobre este tema. Tengo muchas ideas de como recuperar el patrimonio perdido en la ciudad de Madrid. Sería un placer poder dialogar con una persona con pareceres afines, te dejo mi mail, caso que quisieras compartir opiniones y proponer ideas, para recuperar este palacio. karlogon21@hotmail.com. Un saludo y felices fiestas!

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  6. Me ha encantado. Lo describes con todo lujo de detalles. Un gran trabajo

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  7. Es difícil entender como España, con su extenso patrimonio cultural, especialmente arquitectónico, nunca ha tenido estudios detallados de dicha riqueza. El neomudéjar, como era el Palacio Xifré, es uno de los ejemplos más evidentes. La destrucción de las edificaciones del Prado y la Castellana, son un ejemplo de la falta de inversión en investigación de todo tipo y la poca sensibilidad que tenemos con nuestro patrimonio.

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  8. "Un palacio romántico", de Pedro Navascues Palacio, Ediciones El Viso, dedica un espacio a este edificio desaparecido y a la dispersión de sus restos.

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